Estamos viviendo en circunstancias que quedarán marcadas para la historia a raíz del llamado COVID-19, el virus que se originó en Wuhan, China, y que se convirtió en pandemia mundial tras su propagación. Este hecho, que ha puesto en riesgo la salud de los individuos, ha traído consigo una serie de medidas para prevenir que la población de las diferentes naciones se contagien por el virus.
Desde su llegada, las redes sociales y titulares de medios de comunicación, han divulgado los métodos de prevención del coronavirus (COVID-19), entre los que destaca el lavado frecuente de las manos con agua y jabón, el uso de mascarillas o tapabocas, la distancia entre personas y el aislamiento total, que implica quedarse en casa y suprimir cualquier actividad laboral y de calle.
Todas estas medidas se han implementado en países de todo el mundo, la población mundial está confinada en sus casas. Una situación que amenaza no sólo la salud de los individuos, sino sus vidas cotidianas, sus rutinas laborales y el modo de vivir que desempeñaban diariamente.
La cuarentena preventiva y el aislamiento absoluto, han hecho cambiar por completo las rutinas de estudio y de trabajo. Es decir, estamos sumergidos en la mera virtualidad. Tanto el estudio como el trabajo están siendo adaptados a las plataformas digitales, abriendo paso a nuevas formas de desempeñar las tareas que comúnmente se hacían fuera de casa.
No hay duda que estamos experimentando un cambio radial, que conlleva a la evolución del trabajo remoto. Sea este quizá, un punto a favor en tiempos de pandemia. Se dice a favor -con todo respeto a las vidas que han sido tocadas por el virus- pero sí es una respuesta acertada para darnos la oportunidad de tener experiencia con el teletrabajo, tomando en serio lo digital como un fin necesario y beneficioso en la actualidad. Es razonable y quizá haga ruido, el hecho de conseguir el ‘’lado bueno del COVID-19’’. Sin embargo, es una realidad que ya está sobre la mesa, es aquí donde evoluciona el trabajo remoto y se amplía hacia otros horizontes.
Evolución del trabajo remoto en tiempos del COVID-19
Se dice que a causa del COVID-19, el teletrabajo, freelance o trabajo independiente como quieras llamarlo, será de las opciones más viables para continuar generando dinero y para evitar el declive de las empresas. No es una suposición, sino una realidad cada vez más evidente.
Uno de los países que ha empleado a mayor escala el teletrabajo es España, según un estudio sólo el 3,7% de su población trabaja en presencial. Sin embargo, es importante mencionar que al aceptar el teletrabajo como una modalidad de empleo, la responsabilidad y el compromiso es igual al de un trabajo tradicional, sólo que las condiciones cambian.
Desarrollarse y crecer en este campo, implica tener claros los objetivos y planificar los proyectos y tareas. No se admiten casos improvisados ni a medio hacer. Según lo señala la profesora y especialista en trabajo freelance, Eva Rimbau: “El teletrabajo no se puede improvisar. Si se hace sin planificar, la gente sufrirá mucho, no funcionará y se creerá que el problema es trabajar desde casa, cuando en realidad el problema es hacerlo sin planificar”.
¿Sustituir el empleo asalariado por trabajo freelance?
Es una realidad que no se puede ocultar. Vemos la urgencia de continuar salir a flote en medio de las circunstancias actuales. La mayoría de los empleados asalariados han perdido sus empleos. ¿Qué opción les queda a la mano? Por supuesto que el trabajo autónomo desde casa. Aprovechar al máximo las cualidades y destrezas que nos caracterizan, para ofrecer servicios a través de las plataformas digitales.
En la actualidad, quienes pertenecen a este campo son los que resisten económicamente pese a todo. Un tema que nos invita también a la reflexión. Está cambiando el mundo, pero también el modo de empleo, la cultura, las comunicaciones. Todo se desenvuelve en la virtualidad y a través de las redes sociales y plataformas digitales.
La ‘’vida virtual’’ se hace necesaria para desempeñar las tareas del día a día. La urgencia de reuniones de negocios por medio de videollamadas se hace cada vez más efectiva. Clases virtuales y entregas online. Incluso a nivel cultural, museos e instituciones culturales se han reinventado para estos tiempos de confinamiento. Se apuntan a crear recorridos virtuales, a exponer mediante blogs y plataformas de redes sociales. Ejemplos que apuntan a otra vida, y no hay vuelta atrás. El cambio es absoluto y contundente.
Posibilidades de empleo que abundan en plataformas digitales
Otro punto a destacar, es que incluso los negocios, instituciones y empresas conformadas, que poseen dirección física, han tenido la necesidad de migrar hacia las plataformas digitales. Las redes sociales les abre esa posibilidad de comunicarse con sus clientes y mantener conexión pese a las medidas de restricción por prevención.
Es de alto valor que también estas empresas continúen su labor de forma virtual, ofreciendo aún sus productos, haciendo ventas y entregando por medio de delivery (un servicio que también ha tomado valor en este tiempo). Las redes sociales, en conjunto con las estrategias creativas del marketing digital, mantienen y dan vida a las empresas que cerraron sus puertas a causa del COVID-19.
Sin embargo, los negocios que todavía no se arriesgan a invertir en marketing digital se ven afectados, y evidentemente sus ventas bajan y se estacan. Por esta razón, los empleados pierden sus trabajos.
Existe un constante crecimiento de la comunidad freelance en las diversas plataformas y grupos, así como también abundan las oportunidades de empleo. Cada vez es mayor la necesidad de recurrir a los servicios que ofrecen terceros.
Una de las redes sociales para conseguir trabajo y que te permite crear un portafolio virtual es LinkedIn. Puedes crear tu perfil profesional y detallar tu nivel de estudio, tus experiencias y destrezas. Un campo de oportunidades si lo sabes aprovechar.
Recomendaciones para el trabajador virtual
- Trabajar desde casa implica imponer ciertas normas, establecer el horario para dedicarse al trabajo y otro horario para las labores de hogar. La buena administración del tiempo, será clave para el desempeño exitoso de cada actividad dentro de casa.
- Es indispensable contar con los recursos para ejecutar el trabajo virtual. En este caso, las herramientas tecnológicas: equipos, conexión estable de internet, entre otros.
- Planificar la agenda y dividir el trabajo por días, dependiendo de lo que te indique tu destreza y rapidez para entregar cada proyecto.
- Tomar pequeños descansos durante el trabajo pesado. Si algo equilibra el cuerpo, es levantarse del escritorio y estirar los músculos, respirar un poco de aire fresco y luego continuar con el trabajo. Esta acción contribuye a mejorar la creatividad y a llevar a cabo las actividades con mayor flexibilidad.
- Aprende y haz lecturas que enriquezcan tu labor, estar en constante aprendizaje te hará saber lo que está en tendencia, en caso de trabajar con diseño de páginas o de post para redes sociales. Haz una lista de temas para investigar, esto te permitirá crecer en cuánto a conocimientos, te hará un mejor freelance.
- Postúlate a proyectos que consideres aptos para tus capacidades, arriésgate sin dudar. En el proceso de ejecutar grandes proyectos te enseñará a desarrollarlos todos. Sé ingenioso y busca destacar entre los demás trabajadores freelance. El cliente te lo hará saber.